Jugadores del Arena Handball Tour de diferentes clubes se encuentran cada día luchando por que todo regrese lo más pronto posible a la normalidad.
Estar confinados a causa del estado de alarma no evita que muchos de los jugadores y jugadoras que cada verano compiten en la playa tengan que salir de casa para «combatir» desde su puesto de trabajo a este virus que tanto está condicionando nuestra forma de vida.
Fátima Suaré de Las Peris, trabaja en primera línea de esta batalla contra el COVID-19 como enfermera en un hospital en Vigo. También lo hace Mónica González, del Basluco, que trabaja de enfermera ayudando en su centro sanitario sin descanso para frenar el avance de la pandemia.
Rodrigo Iglesias, uno de los entrenadores del club de Balonmano Playa Sevilla, trabaja en el aeropuerto de la misma ciudad como guardia civil velando por la seguridad de todos.
Tania Cabañas del Getasur trabaja en una residencia de mayores, asegurándose de que todos estén bien atendidos y en las mejores condiciones. Así como su compañera Beatriz Castilla que lo hace en el Hospital General de Villalba, y asegura que “hay mucha gente haciendo todo lo posible por ayudarles”, pero que la mayor ayuda viene del acto de quedarse en casa.
Por su parte, David Montoya, jugador de Playas Mar Menor, es responsable de calidad de una empresa Hortofrutícola en Murcia que abastece a supermercados de toda Europa para hacer posible que los alimentos lleguen a todos los lugares y no les falta de nada a nadie.
Un gesto tan sencillo como quedarse en casa hace posible frenar la pandemia y facilita el trabajo a los que deben de librar esta batalla en la calle.