Pregunta. ¿Cuándo comenzaste a jugar a Balonmano Playa y por qué?
Respuesta. Mi primer contacto con el Balonmano Playa fue en el verano de 2004 con la disputa del Campeonato de España en Barbate. Fue todo un acontecimiento para la localidad, había un ambientazo y para un chaval infantil como yo, por aquél entonces, fue impresionante ver al equipo de su pueblo alzarse como Campeón de España. Aunque ya jugaba en pista, esto fue, sin duda, lo que me enganchó al deporte. Sin embargo, en ese momento el balonmano playa de base no estaba tan instaurado y tuve que esperar hasta 2006 cuando jugué mi primer campeonato en el Trofeo Carranza de Cádiz.
P. ¿Qué pensaste cuándo te llegó la primera llamada de la selección española?
R. Mi primera llamada de la Selección fue en 2010 para la preselección de cara al Campeonato del Mundo de Antalya, con Paco Aguilera. Lo cierto es que con 18 años estaba bastante verde y no fui seleccionado para disputar el Mundial. En los años siguientes no entré en convocatorias, hasta que en 2015 Jimmy y Tomás volvieron a contar conmigo, lo que en cierto modo fue mi primera convocatoria en la que tenía posibilidades reales de formar parte de la selección. Esta llamada fue para mi una gran alegría y me hizo mucha ilusión, ya que llevaba varios años con mucha dedicación al balonmano playa y había superado una lesión importante en el hombro que, en cierto modo, sentía que me alejaba un poco de este nivel de exigencia.
P. ¿Qué supuso para ti, como jugador, esta experiencia?
R. Aunque a lo largo de mi carrera he tenido la suerte de tener muchas grandes experiencias con la Selección como el oro de Zagreb en 2017, el Campeonato de Europa de Lloret siempre será el más especial, supongo que por ser el primero. Para mi todo esto era nuevo: el ambiente, el nivel de concentración y exigencia, la experiencia de compartir tanto durante tanto tiempo con un grupo como el que formamos… Lo disfruté muchísimo y fue sin duda lo que me animó a dedicarme más si cabía a la modalidad para tratar de seguir mejorando mi juego en los años posteriores.
P. ¿Cuál es el mejor recuerdo que te llevas de este Campeonato?
R. La verdad es que me costaría quedarme con un solo recuerdo bonito, tengo muchos de este europeo. El gran ambiente de grupo que conseguimos crear entre todos, promovido en gran medida por el cuerpo técnico, creo que fue clave en esto. Quizá el momento de mayor alegría fue la victoria frente a Hungría en semifinales en un partido muy duro y que nos aseguraba la medalla después de tantos días de trabajo y que devolvía a España al podio después de 4 años.
P. ¿Y el peor?
R. Quizá el momento de mayor tristeza fue justo tras perder la final ante Croacia en la muerte súbita del shoot-out. Tuvimos el oro muy cerca y acabamos un poco hundidos. Sin embargo, el equipo supo reponerse pronto y valorar la importancia que tenía esta medalla de plata para nuestro balonmano playa, que no alcanzaba una final desde 2006. Por sacar el lado positivo de la final, creo que sirvió para cohesionar mucho al grupo de cara a los años posteriores.
P. Por proximidad en fechas de competición, ¿Pudisteis disfrutar del Campeonato Juvenil?
R. Si, realizamos nuestra última fase de la preparación para el europeo ya en Lloret de Mar mientras se disputaba el Europeo Juvenil. No se si pudimos ver todos los partidos por nuestros entrenamientos, pero sí la mayoría. Recuerdo que el nivel de ese europeo juvenil fue muy alto en ambas categorías, de ahí que muchos de esos jugadores juveniles hayan llegado posteriormente a las selecciones absolutas de muchos países. España, como en años anteriores, mantuvo un gran nivel consiguiendo medallas tanto en masculino como en femenino. Fue una especial lástima la final femenina, donde una decisión arbitral cuanto menos dudosa privó del oro a nuestras chicas.
P. ¿Cómo ves a las generaciones futuras de cara al relevo generacional en la selección?
R. El nivel de los jugadores de base en España es muy alto, sobre todo en cuanto a técnica-táctica se refiere. Con respecto al resto de países, nuestra base juega más y mejor por el gran nivel de nuestras competiciones nacionales. Prueba de ello son los grandísimos resultados de las generaciones del 00 y 01 a nivel internacional con un gran trabajo de Pedro Bago y Chano Hernández. Con respecto al relevo generacional, creo que hay muchos jugadores que tienen madera para formar parte de la absoluta en el futuro, algunos de ellos a corto plazo, pero competir en categoría senior implica un punto más de exigencia que competir en categoría junior o juvenil. No podemos olvidar que la actual selección cuenta con muchos jugadores jóvenes y con experiencia que seguro seguirán dando alegrías a nuestro balonmano playa. En mi opinión, la formula ideal sería ir dando entrada poco a poco a nuestros jóvenes talentos apoyados en la experiencia de los veteranos.
P. ¿Tienes algún jugador o jugadora referente en esta disciplina?
R. Mi jugador de referencia siempre ha sido Tomás Ramírez. Creo que es el jugador más influyente de la historia de nuestro deporte ya que, en mi opinión, cambió por completo el modo de afrontar la organización del ataque en balonmano playa en torno al especialista creador de juego. Todos los especialistas de este corte estamos aquí, en gran medida, por él. He tenido la suerte de tenerlo siempre cerca en mi carrera deportiva ya sea como compañero, como entrenador y como amigo, por lo que he podido aprender mucho de el.
P. Por último, ¿Cómo nació el vínculo de los Simpson con Alberto Castro?
R. Cualquiera que me conozca un poco sabe que soy muy friki de Los Simpson. Continuamente relaciono cosas que pasan en el día a día con escenas de la serie y cuando alguien entiende las referencias o me termina una frase típica de Homer se convierte automáticamente en mi mejor amigo. Alberto es igual que yo en este sentido y compartiendo tanto tiempo juntos en concentraciones pues este vinculo se hace cada vez más fuerte.